Monday, July 2, 2007

Si ves un pájaro en tu camino, hazte a un lado!

(parte 1 de 3)

Para mí, viajar y conocer lugares nuevos es mucho mas placentero si uno tiene alguien que lo espere, y mas intrigante si es una persona no conocida.

Después de mas de un año desde la graduación universitaria de mi hija, se me hacia difícil continuar postergando el viaje a Europa que le había prometido, así que esa tarde comencé a planificar nuestro viaje. El momento coincidía con mi descubrimiento de la Internet como instrumento para entablar relaciones con otras personas, y fue natural que emprendiera dos misiones al mismo tiempo por el mismo medio: itinerarios y alojamientos por un lado, y encontrar alguien a quien visitar por el otro.

Como ya había localizado a un amigo a quien pensaba visitar, me dedique a buscar otra persona en alguna otra ciudad por la que debíamos a pasar. Con timidez de principiante ingresé a una sala de Chat en España con el apodo de “diarrea”, como para llamar la atención rápidamente y atraer algún espíritu con sentido del humor que no fuera demasiado discriminatorio. Pronto me ví asediado con insultos, cargadas, pedidos de explicación e invitaciones a retirarme del foro. Mezclado en esa muda cacofonía internética se distinguía un mensaje que parecía tener un interés genuino en saber algo mas de mi, “Hola, soy Marisa, ¿desde donde escribes ‘diarrea’?”

Sorprendido por tal inesperado y cordial interés, casi sin pensarlo respondí “…ahora estoy aquí en la Isla de Pascua… solo y mas aburrido que petizo en un desfile…”

--“¡Pero hombre! ¿Que haces tu allí? … ¿y que quiere decir petizo’?”

¡Cling! Había hecho contacto… Temiendo romper ese tenue lazo intercontinental recién comenzado, creí conveniente seguir en la misma línea de conversación… ya habría tiempo en el futuro para poner las cosas en claro y decir la verdad…

--“Pues mira Marisa… Yo soy ballenólogo, es decir, estudio la vida sexual de las ballenas… ‘petizo’ es algo así como persona menuda…¿entiendes?

--“¡Oooohh que fascinante!” me responde Marisa interrumpiéndome… pero dándome mas razones para mantener la ficticia historia inicial…

--“…y debido a una situación estresante con familiares me encuentro ahora aquí… acompañado nada mas que con las ballenas, la gaviotas y la inescrutable mirada de estos gigantes de piedra que cuidan la isla.”

--“Oye ‘diarrea’, me da como que no se que llamarte por ese nombre… ¿No puedes cambiar de nick? Que os paso con vuestros familiares?”

--“Claro que si Marisa, llamame Albertico… Mira, yo era una persona gorda, muy gorda, cuando me trajeron aquí pesaba casi 500 kilos, mis parientes quisieron salvarme la vida y me trajeron acá colgando de un helicóptero. Para sacarme de la casa tuvieron que tirar abajo toda una pared. Hace seis meses que estoy aquí viendo gozar a las ballenas y ya he perdido mas de 300 kilos… ¿Qué te parece?”

--“¡No os creo!” respondió cortante mi nueva amistad. Mantuve al aliento… “No se puede perder tanto peso en tan poco tiempo”

Respire aliviado…

--“Fue una broma Marisa, ahora estoy ya mas o menos normal… un poquito gordito nomás…pero bastante presentable… ¡Si quieres te muestro!”

--“¿Y como lo harias Albertico?”

--“Pues me tomo un avión y voy a visitarte. Sabes, Como premio a mi esfuerzo me han regalado un viaje a Europa… podría pasar a visitarte… ¿Desde donde escribes tu?”

--“Yo vivo en Murcia... ¿De veras vendrías a visitarme?”

……………………………………

[Teléfono sonando…]

--“¡¿Diga?!”

--“¿Con el consultorio del Doctor Ru Ceballos?”

--“Si señor…”

--“Quiero hacerle una consulta al Dr. Ru”

--“¿Quiere hacer una cita?”

--“No, primero quiero hablar con el doctor… es importante”

[Murmullo de fondo… espera… el medidor de larga distancia corre…¿Vale la pena?]

--“Si, diga!” me dice de repente una voz que suena como un varón afeminado o como un maricón que se las tira de hombre.

--“Hola doctor… un paciente suyo que conocí en Madrid me dio su número, me dijo que usted podía ayudarme con un problema bucal que tengo…”

--“¿Usted es argentino?”

--“Si, y su paciente también… se llama Luis, ¿Lo recuerda? Estuvo de paso por Alicante y usted lo atendio muy bien…”

--“Mmmmm... No… No me acuerdo… ¿A usted que le pasa?”

--“Mire doctor, a mi me salio una muela en el paladar, y ahora que me estoy acostumbrando me esta saliendo una en la lengua… ¿Es normal eso? ¿Usted arregla esas cosas?”

Silencio…





El Dr. Jose Nelson Ru Ceballos pondera las ganacias.

(Continuara…)

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