Sunday, July 5, 2015

Cuando se llama a Dios en lugar de la ciencia, o del médico



Llegado al abismo de la ignorancia, el científico confronta uno de sus mayores dilemas: invocar un Dios, o continuar la búsqueda de conocimiento. Ante lo inexplicable—o lo trágico--el hombre de la calle llama Dios.

Los antiguos textos científicos muestran que sus autores invocaban el poder divino sólo cuando, en solitaria frustración frente al abismo de su ignorancia, llegaban al límite de su comprensión. 

¿No fue Isaac Newton uno de los grandes intelectos de la humanidad? ¿No le debemos a él pues, la explicación de fenómenos cósmicos que escapó a previos pensadores por milenios?

Newton, sin embargo, temía que, aunque el sistema solar pareciera ser estable, este era en realidad inestable, ya que sus ecuaciones indicaban que los planetas deberían haber caído en el sol o despedidos del sistema. Para explicar esta discrepancia, Newton concluye en “Principia”, que en ocasiones Dios sale al paso para corregir sus errores: “Este hermoso sistema de sol, planetas, y cometas,”--escribió Newton un siglo antes de Laplace—“pueden proceder únicamente del consejo y dominio de un Ser Inteligente y poderoso (…) Este Ser gobierna todas las cosas, no solamente el alma del mundo…” 

Pero la misteriosamente divina estabilidad del sistema solar como una maniobra incognoscible de Dios, fue desafiada por el matemático y astrónomo francés Pierre Simón de Laplace en 1829, quien demostró en “Mécanique Céleste”, que el sistema solar es estable durante períodos de tiempo más extensos que el que Newton tuvo en cuenta. Así es la ciencia, corrigiendo y construyendo sobre sus errores, aunque más de un científico antes y después de Newton, haya buscado explicación en un Dios, o varios dioses, cuando llegaron al límite de su comprensión.

 “A este Dios, los filósofos seculares de hoy”--escribe deGrasse Tyson en The Perimeter of Ignorance—“le llaman el ‘Dios de lo Ignorado’–que viene bien porque nunca ha habido escasez de ignorancia en el conocimiento humano.” 

Muchos son los interrogantes que buscan respuesta en la ciencia. En algunos casos, las respuestas han eludido durante siglos los mejores intelectos humanos. De allí la compulsión de recurrir a una inescrutable Inteligencia Superior como única respuesta para todos los enigmas de nuestro mundo físico que la ciencia no puede todavía explicar.

Pero… ¿por qué limitarnos a dar crédito a tal Súper-Inteligencia, exclusivamente por todas las cosas maravillosas y complejas de nuestro mundo? ¿Por qué no acreditarle también por todas las otras cosas cuyo diseño es feo, inservible, torpe, impráctico, ineficiente, o simplemente dañino, propios de una inteligencia pobre y desorganizada?

Podríamos comenzar con el diseño de nuestro propio cuerpo… Comemos, bebemos, y respiramos por un mismo tubo, y sin embargo, la muerte por atragantamiento es una de las principales causas de muerte de ancianos y niños.  ¿Es éste un diseño “inteligente”?

¿Qué hay de inteligente en el apéndice? Aparte de no demostrar una función verificable, sirve nada más que para causar apendicitis y tumores carcinoides.

¿Cuál es la función de los pezones masculinos aparte de desarrollar cáncer? 
       
¿Y del ojo, que? ¿No es el ojo humano considerado como una maravilla de ingeniería biológica? “Para un astrofísico, sin embargo,”—escribe deGrasse Tyson en “El Perímetro de la Ignorancia” (The Perimeter of Ignorance, Natural History Magazine, November 2005)“el ojo es sólo un sensor de lo mas vulgar. Un sensor bien diseñado tendría más sensibilidad para detectar artefactos oscuros en el cielo, ver en la oscuridad, y podríamos percibir todas las regiones invisibles del espectro. ¿No sería fantástico poder ver puestas de sol en ultravioletas e infrarrojos?”

De otros inquietantes problemas de diseño en nuestros genes y de las deficiencias que nos hacen vulnerables a otras criaturas de la naturaleza como virus, bacterias e insectos, ya hablamos en un post anterior, desvirtuando esa visión miope de una naturaleza sabia y perfecta.

¿Por qué es importante este razonamiento?  Porque si Newton no se hubiera detenido frente a lo que de inmediato no pudo descubrir, hubiera podido cruzar el abismo de su ignorancia un siglo antes, y contribuir a que Laplace cruzara algún otro abismo de ignorancia. Y podríamos haber ganado un siglo de nuevos conocimientos. En cada abismo de ignorancia hay un retraso de nuestro desarrollo.
Y también porque si Carl y Raylene Worthington no se hubieran detenido frente a su ignorancia para pedir a Dios lo que la ciencia médica pudo darles, su hija Ava estaría hoy viva.

Ava Worthington de 15 meses de edad, murió de neumonía bacteriana y septicemia en Marzo de 2008.  Sus padres, Carl y Raylene Worthington pertenecen a la iglesia Seguidores de Cristo, de creencias incompatibles con la ciencia médica.  Ellos recurren a la "curación por la fe" con oraciones, ayunos, unción de aceites, y palmadas sobre el cuerpo enfermo.

La saga de los Worthington y el poder de la Fe no termina con la muerte de su hija.

Con la muerte de la pequeña Ava, la familia quedó desconsolada, pero sin debilitar su fe, consistente con la psicología del fanático enfrentado a evidencias contrarias a su fe: cuanto más se prueba la falsedad de su creencia, mas se aferra a ella.

Los padres de Raylene Worthington, Jeffrey y Marci Beagley, quienes habían visto morir a su nieta por falta de atención médica, tenían ahora a su hijo menor Neil de 16 años--hermano de Raylene--con una infección urinaria, y, depositando otra vez su fe en Dios, rehusaron asistencia médica.  Oraron, cantaron, y untaron su cuerpo con óleos benditos… todo lo que era de rigor para la ocasión, convencidos que Dios no les decepcionaría otra vez. Seguramente Dios vería esto como una mayor demostración de su fe y les recompensaría con una curación. 
 
Neil Beagley murió apenas unos meses mas tarde, en Junio 2008. La justicia condenó a Jeffrey y Marci Beagley a prisión por homicidio, pero no devolvió la vida a su hijo.

Otros casos han sido documentados por CHILD Inc. ( http://childrenshealthcare.org/ ), una organización fundada para proteger a los niños de prácticas religiosas destructivas y hasta letales. Quien necesite llorar puede visitar la página http://childrenshealthcare.org/ y leer las trágicas historias de estos niños víctimas del fanatismo religioso.

Por el resto del mundo, sin llamar la atención de los medios, miles de niños y adultos sufren y mueren víctimas de la ignorante religiosidad fanática, no siempre en espera pasiva de un milagro.

En Octubre 4 y 5, 1994, mas de 50 personas entre hombres, mujeres y niños, miembros de la Orden del Templo Solar de Suiza y Canadá, se suicidan en masa buscando el mítico Paraíso después de la muerte. –Por el Cristianismo, Octubre 1994, Suiza y Canadá. National Post Canada. 

En Teliamura, un pequeño pueblo de Tripura, India, Tapas Bin fue asesinado por orden de su suegro al negarse a convertirse al Hinduismo.  Después de una oración ritual, la orden fue ejecutada por el chaman local.  –Por el Hinduismo, Junio 2013, India. L.A. Times

En Chile, Julio 1960, José Luis Painecur, un niño mapuche de 5 años, fue sacrificado y sus brazos y piernas tirados al mar, para aplacar el poder divino que causaba los terremotos de la zona. Interrogados por el horrendo crimen, su abuelo Juan José Painecur explicó: “Nosotros solo estamos pidiendo la calma de los mares y la tierra”. –Por el Taiñ Feyentún, Julio 1960, Time.

Y como todos sabemos, las múltiples muertes bajo el lema de “¡Conviértete o muere!”.  En unos de estos casos, los terroristas del Estado Islámico decapitan a cuatro niños cristianos que rechazaron la conversión al Islam. Cannon White, vicario de la Iglesia Anglicana en Bagdad, denunció la decapitación de cuatro niños que se negaron a pronunciar las palabras de la Sahada “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta” – Por el Islam, Diciembre 2014, IslamWatch. Testimonio de Cannon White.
 
¿De dónde proviene esta poderosa creencia, esta fe inquebrantable?  Habiendo sido educado y viviendo en una sociedad de tradición judeo-cristiana, solo me atrevo a señalar una única fuente original: La Biblia.

"Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y de nada le había aprovechado, sino que le iba peor,  cuando oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la multitud y tocó su manto.

Porque decía: Si tocare tan sólo su manto, quedaré sana.

Y al instante la fuente de sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel padecimiento.

E inmediatamente Jesús, conociendo en sí mismo que había salido virtud de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella se había hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz y queda sana de tu aflicción."

-- San Marcos 5:25-34. Reina-Valera 1960 (RVR1960)

La reacción inmediata del creyente es generalmente: ¡No en MI iglesia! ¡No en MI grupo de estudio bíblico! ¡No en MI religión!  Pero se engaña, porque la ilusión y la oportunidad para la decepción ocurren hasta en las más pequeñas de las promesas de deidades sea cual fuere su origen o denominación.  El engaño religioso en acción puede verse en este documental:

Un Asunto de Milagro-Curación por la Fe (A Question of Miracles--Faith Healing)

Y aquí, para quienes se sientan tentados a iniciarse en el negocio de “curar con la Fe”, un extraordinario documental sobre cómo convertirse en “Curador de Dios”.  Una pérdida lamentable para quienes no comprendan Inglés.