Con cada asignatura se me hacía más difícil la tarea de realzar las bondades del producto y disfrazar sus deficiencias. Los esfuerzos por desacreditar las organizaciones que denunciaban los posibles efectos del mercurio en algunas vacunas infantiles me habían dejado preocupado y muy molesto. Después, con los problemas de la vacuna Lymerix--creada para prevenir la enfermedad de Lyme--que debido a su potencial de exacerbar la artritis y producir otros problemas neurológicos tuvo que dejarse de fabricar, ya no disfrutaba como antes de mi trabajo.
La serie de conferencias médicas me caía en el momento que mas lo necesitaba para recobrar mi antiguo entusiasmo. La nueva droga Duract era un poderoso anti-inflamatorio-analgésico lanzado al mercado en 1997, especialmente atractivo para atletas y deportistas tan propensos a lesiones osteo-musculares. La droga fue introducida al mercado a pesar que Wyeth-Ayers su fabricante, conocía su serio potencial de daño hepático.
Con Alex Smith, quarterback del equipo de fútbol americano Los 49ers.
Con Darryl Green, de los Red Skins, en Washington, DC.
La noticia me llego durante la cena, después de una exitosa conferencia en San Francisco, antes de completar la mitad de la serie: El octavo paciente bajo Duract fallecía en New York por complicaciones hepáticas. Esa fue la última de las conferencias, se suspendieron todas las actividades promocionales y Duract fue retirado del mercado.
En los siguientes cuatro meses la droga tomo las vidas de otras 52 personas.
Seis meses mas tarde, abrí mi propia consultoría de marketing y comencé a distanciarme para no regresar, de la actividad que por muchos años me había llenado de satisfacciones. Dije bien, “consultoría de marketing”, pero este era marketing social, las responsabilidades se desviaban a promover los buenos hábitos de conducta social y calidad de vida.
Un abrazo,
Alberto
