Wednesday, November 25, 2015

Día de Acción Gracias--Thanksgiving



Noviembre 26 es 
Día de Acción Gracias en los Estados Unidos.
A través de nuestra historia humana, la generosidad de la Tierra en brindarnos alimentos ha sido celebrada con ritos y ceremonias de agradecimiento, en homenaje a los poderes de la Naturaleza cuyo esfuerzo culminaba con la abundancia de sustento humano. 
  
Desde antes que aparecieran las religiones formales, muchos antiguos agricultores creían que sus cultivos estaban habitados por espíritus que podían dar vida, o quitarla.  Una cosecha a tiempo, liberaba tales caprichosos espíritus antes que su mala disposición reemplazara a la buena, y garantizaba el alimento del año siguiente.   Las fiestas de la cosecha y acción de gracias son unas de las más antiguas de la humanidad, traídas desde tiempos primitivos por las culturas griega, romana, hebrea, china y egipcia.

En el culto Wicca, el Día de Lammas (también llamado Lughnasadh) es una de sus grandes festividades, cuando los antiguos paganos encendían hogueras en los campos para agradecer  a las deidades por los productos de la cosecha, especialmente del trigo.
 La iglesia cristiana adopto este rito llamándole  “Lammas”, "Fiesta de las Primeras Frutas", o “Misa de la Hogaza”.  Durante ese día era costumbre llevar a la iglesia un pan preparado con el trigo de la nueva cosecha y ofrecerlo en un altar.  En algunos comunidades andinas como los quechuas y aymarás de Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina, se rendían desde tiempos prehispánicos homenajes a la "Pacha Mama" (Madre Tierra) para agradecerle por los productos de las cosechas. 

Mañana, las familias americanas se reunirán en una mesa para celebrar este antiguo rito agradeciendo el sustento recibido en sus vidas. Aquí y ahora, es por cierto una celebración de origen pagano con tono religioso, pero festejada por creyentes y no creyentes por igual.

Sobre la cena mañana Noviembre 26, un humanista podría decir:
 “Aquí reunidos en este día tan especial,  detengámonos un momento para apreciar a quienes nos acompañan, y agradecer a todos quienes en el pasado y el presente hicieron que este acontecimiento fuera posible.

Hemos gozado las creaciones de nuestra sociedad, nuestro País, y nuestra civilización, y hemos cosechado las recompensas de la Naturaleza que hace tan feliz esta ocasión.  Mantengamos con firmeza, el deseo que algún día, todas las personas de la Tierra puedan disfrutar de la misma buenaventura que hoy nosotros compartimos. 
 
Mientras disfrutamos de nuestra cena, pensemos en todos aquellas personas que conocemos deseándoles prosperidad, amor y paz cada día de sus vidas.  Pensemos en todas aquellas personas que no conocemos para desearles las mismas bondades.  Pensemos en quienes no tienen algo para festejar; en los que están solos; en los que tienen hambre, o frio; en los que están enfermos; y en los que viven bajo tiranías, opresiones, guerras, y abusos.”

Hago mías estas reflexiones y sentimientos.
Gracias.

Sunday, November 22, 2015

Dicen que el alma cuántica no muere... ¿vuelve al universo?



En respuesta al artículo seudocientífico llegado a mi FaceBook con el título:

“Científicos demuestran que el alma existe y dicen: ‘El alma no muere, sino que vuelve al universo’” --por Revista Despierta

Si tu eres proficiente en Inglés, te invito a comenzar con la presentación que sigue, realizada en TED por el profesor de psicología Daniel Ogilvie de Rutgers University, y terminar con la presentación al final.  O  continua leyendo el texto.

Decía que este comentario es mi respuesta al  artículo seudocientífico:

“Científicos demuestran que el alma existe y dicen: ‘El alma no muere, sino que vuelve al universo’” --por Revista Despierta
 
 
Con la patente contradicción entre  “demuestran” y “pueden probar”, el artículo es introducido declarando que “Dos científicos de renombre internacional dicen que pueden probar la existencia del alma”, y continúa sintetizando un extraordinario descubrimiento:  “El médico estadounidense, el Dr. Stuart Hamerroff y el físico británico Sir Roger Penrose desarrolló [sic] una teoría cuántica de la conciencia, que establece que nuestras almas están contenidas dentro de estructuras llamadas microtúbulos, que viven dentro de nuestras células cerebrales. (el artículo original puede leerse en: http://despiertavivimosenunamentira.com/cientificos-demuestran-que-el-alma-existe/ )

En deferencia  a la ciencia, cabe recordar lo que significa la teoría de “mecánica cuántica”:
"Si usted piensa que entiende a la mecánica cuántica... entonces usted no entiende la mecánica cuántica"  --Richard Feynman, Premio Nobel de Física en 1965 por su trabajo en electrodinámica cuántica.

"Aquellos que no quedaron disgustados cuando se iniciaron con la mecánica cuántica, seguramente no la entendieron." --Niels Bohr, físico danés que realizó importantes contribuciones para la comprensión de la estructura del átomo y la mecánica cuántica.

“[No puedo aceptar la mecánica cuántica porque] me gusta pensar que la luna está allí aún si no la estoy mirando.” (…) “Todos estos cincuenta años de cavilación consciente no me ha acercado a la respuesta de la pregunta '¿Qué son los cuantos de luz?' Hoy en día cualquier Tomás, Juan o Pedro cree que lo sabe, pero está equivocado" – Albert Einstein, ¿Hay alguien que no sepa quién es Albert Einstein?”

Ahora, el Dr. Stuart Hamerroff, un anestesiólogo, curioso y brillante profesional, filosofo  amateur por propia admisión, abrazándose a una especulativa sugerencia hecha por el renombrado físico, Roger Penrose, se aparece con la teoría que la conciencia es producto de un proceso de mecánica cuántica. (¡!)

¡¿En serio?!


Entrevistado por Susan Kruglinski de Discovery, la periodista le preguntó: “En su libro ‘La Nueva Mente del Emperador' (1991)", usted postuló que la conciencia emerge por acciones de física cuántica dentro de las células del cerebro. A diez años de su publicación, ¿Todavía mantiene esa posición?

Roger Penrose respondió:  “En mi opinión, el cerebro consciente no cumple con la física clásica. Ni siquiera cumple con la mecánica cuántica convencional. Cumple con una teoría que nosotros aún no tenemos.” (Discover, Tuesday, October 06, 2009)

Repito.  Roger Penrose respondió:  “… el cerebro consciente  (…) ni siquiera cumple con la mecánica cuántica convencional.”

No son los científicos ni la mecánica cuántica quienes han “descubierto” el alma.  Es el misticismo cuántico en su postulado pseudocientífico  que las leyes de la mecánica cuántica incorporan ideas místicas similares a aquellas encontradas en ciertas tradiciones religiosas o creencias de la Nueva Era.  La revista Despierta no es la revista Discovery, como que la tierra que tu yo habitamos no es la plana, sino la redonda.
 
La teoría cuántica de la conciencia deriva de la malinterpretación de un problema de medición --el rol aparentemente especial que cumplen los observadores en la mecánica cuántica. El término quackery (charlatán) cuántico" es usado peyorativamente por escépticos (entre quienes me incluyo) para descartar la creencia de que la teoría cuántica prueba o aprueba creencias místicas,  mientras que misticismo cuántico es usado como una descripción más neutral de las ideas que combinan forzadamente conceptos de misticismo oriental con la física cuántica. 

Críticos como el escritor Greg Egan y la autora Margaret Wertheim, junto con varios científicos como Juan Ignacio Cirac Sasturain, opinan que el misticismo cuántico es una perversión de la física cuántica realizada por promotores de pseudociencia mal informados.

El Dr. Stuart Hamerroff participó en la primera conferencia “Mas allá de las Creencias--Beyond Belief: Science, Religion, Reason and Survival” (Noviembre 2006), concebida como respuesta a la campaña de la Templeton Foundation para reconciliar la ciencia con la religión.  La teoría de Stuart Hamerroff fue severamente criticada por los asistentes, incluyendo el respetable Lawrence Krauss, físico y cosmólogo, profesor fundador de la School of Earth and Space Exploration de la  Arizona State University, y director del Proyecto Origen.  Lawrence Krauss es un reconocido promotor de la comprensión pública de la ciencia. 

Cualquier persona racional se avergonzaría de difundir esta patraña de una conciencia producto de procesos de mecánica cuántica y su retorno al universo.

Dado nuestro presunto libre albedrio, podemos elegir vivir una vida envuelta en una opaca nube de metano expuesta cómoda y ciegamente  a los imprevistos de la existencia; o una vida más bien incómoda, pero alerta y completamente consciente de la realidad, buscando continuamente comprender nuestro mundo natural.  Podemos elegir escondernos cobardemente en creencias mitologicas  y renunciar a pensar; o podemos elegir arriesgarnos a pensar desafiando creencias infundadas.
 
La elección es tuya. Yo ya hice la mía.


Amigo lector, si este comentario ha despertado tu curiosidad sobre la charlatanería mística  que se infiltra a diario en la vida racional, disfrutarás de otro video donde el famoso charlatán Deepak Chopra es desenmascarado “cuánticamente” por el no menos famoso etólogo- biólogo evolucionista, Richard Dawkins: https://youtu.be/jfVIl1UUQns

Fuentes y Referencias

--Quantum Quackery Victor J. Stenger Skeptical Inquirer magazine, January/February 1997

--The Yogi and the Quantum Robert Crease and Charles Mann, Philosophy of Science and the Occult, SUNY Press, ISBN 0-7914-0204-5

--Byrne, Jeremy G.; Jonathan Strahan (1993-01). «An Interview with Greg Egan». Eidolon 11: 18–30. Consultado el 9 de marzo de 2008.

--Wertheim, Margaret (10 de junio de 2004). «Quantum Mysticism». LA Weekly (LA Weekly, LP). Consultado el 9 de marzo de 2008.

--Park, Robert L. (2000). Voodoo Science: The Road from Foolishness to Fraud. New York, New York: Oxford University Press. p. 39. ISBN 0-19-513515-6.

Sunday, November 15, 2015

El históricamente primer Debate Presidencial Argentino


Acabo de presenciar el primer Debate Presidencial Argentino, con admitida predisposición por uno de los candidatos. Una predisposición esperanzada adquirida por la narración de virtualmente todas mis relaciones.

Desde antes de comenzar el debate propiamente dicho, comencé a sentir una Argentina como la que sentí hace ya más de 30 años--cuando intenté explicar “porque no creo en la Argentina”.  La presentación, análisis y pronósticos periodísticos ya anticipaba la calidad y sustancia de un Debate copia trucha en estructura, estilo y contenido de otras sociedades con tradición de debates políticos.   




De hecho, fue notable la similitud de la letanía de promesas de ambos candidatos, cuasi verbatim con las promesas de políticos de otras latitudes: la misma vacuidad y la misma técnica evasiva.

Y una notable ausencia de originalidad.  ¿Cambiemos?  Hace falta mucho mas que copiar un slogan triunfador para garantiza el triunfo de la copia y la realización de una promesa.

 
En realidad, lo único nuevo y admirable, de momento, es el hecho simple de haber tenido un debate civilizado en un país donde se impone el más fuerte aunque no tenga el derecho de hacerlo; y donde el electorado ignora que la corrupción política nace y se alimenta en la corrupción social; así como la virtud política nace y se alimenta en la virtud social.

Aparte de sus diferencias física, ninguno de los candidatos ofreció al espectador neutral elemento alguno que lo diferenciara en su potencial para jefe de una nación.  Por supuesto que los seguidores de ambos disentirán enérgicamente con este comentario, pero a mí, no me engañan.

Entiendo… es lo que hay…

Para alivio y confort de mis amigos y relaciones, las encuestas inmediatas post-debate señalan a Macri como ganador del debate, y lo pronostican como el futuro próximo Presidente de Argentina.  Yo me alegro muchísimo por ellos.

Pero no olviden que en nuestra historia reciente han habido otros hombres de capa blanca y buenas intenciones en la Casa Rosada, sin que ninguno de ellos, por las causas que fueren, haya podido concretar sus bellas promesas.

En la construcción de la esperanza en el ya anunciado “ganador” de las próximas elecciones, parece no haberse considerado la volatilidad emocional del electorado. 

Friday, November 6, 2015

¿Dónde está el Cementerio de los Dioses Muertos?



¿Dónde está el Cementerio de los Dioses Muertos?  (Adaptación de “Graveyard of Dead Gods”, de H.L. Mencken, 1922. Respetando estrictamente el contenido, algunos nombres de personas han sido cambiados por nombres de personas relevantes a la historia Hispano Americana)

¿Dónde está la tumba de los dioses muertos? ¿Qué deudo tardío riega sus túmulos sepulcrales? Hubo una época en que Júpiter era el rey de los dioses, y cualquiera que dudara de su poder era ipso facto un ignorante. 
 ¿Pero en qué lugar del mundo hay un hombre que venere hoy a Júpiter? 

¿Y qué decir de Huitzilipochtli? En un solo año -y esto sucedió hace apenas cinco siglos- sacrificaron en su honor a 50.000 doncellas. Hoy nadie lo recuerda, excepto quizás algún salvaje errabundo perdido en la inmensidad de los bosques mexicanos.
 Huitzilopochtli, al igual que muchos otros dioses, no tenía un padre humano: su madre era una viuda virtuosa y lo engendró tras un coqueteo aparentemente inocente que mantuvo con el sol. Cuando él fruncía el ceño, su padre, el Sol, se detenía. Cuando lanzaba rugidos de ira, los cataclismos devoraban ciudades enteras. Cuando tenía sed lo rociaban con 40.000 litros de sangre humana. Pero hoy Huitzilipochtli está tan magnificamente olvidado como Loreta Peón. Quien fuera otrora el par de Alá, Buda y Wotan, lo es hoy del General Pezuela y Domingo Sosa.
 
Al hablar de Huitzilopochtli recordamos a su hermano Tezcatilpoca. Tezcatilpoca era casi tan poderoso como él: consumía 25.000 vírgenes por año. Si me conducen hasta su tumba lloraré y colgaré en ella una corona de perlas. Pero ¿quién sabe dónde está? ¿O dónde está la tumba de Quetzacoatl? ¿O la de Xiehtecutli? ¿O la de Centeotl, tan dulce? ¿O la de Tlazolteotl, la diosa del amor? ¿O la de Mictlan? ¿O la de Xipe? ¿O la de toda la legión de Txitzimitles? ¿Dónde están sus huesos? ¿Dónde está el sauce del que cuelgan sus arpas? ¿En qué Infierno perdido e ignoto esperan la mañana de la resurrección? ¿Quién disfruta de sus bienes residuales? ¿O dónde está la de Dis, que según descubrió Cesar era el Dios principal de los celtas? ¿O la de Tarvers, el toro? ¿O la de Moccos, el cerdo? ¿O la de Epona, la yegua? ¿O la de Mullo, el asno celestial? 

Hubo una época en que los irlandeses veneraban todos estos dioses, pero hoy incluso el irlandés más borracho se rie de ellos.

Sin embargo, no están solos en el olvido: el Infierno de los dioses muertos está tan poblado como el Infierno presbiteriano para párvulos. Alli están Damona, y Esus, y Durmeton y Silvana, y Dervones y Adsalluta, y Deva, y Belisama, y Uxellimus, y Borvo, y Grannos, y Mogons. Todos ellos dioses poderosos de su época, venerados por millones, llenos de exigencias e imposiciones, capaces de atar y desatar, todos ellos dioses de primera categoría. Los hombres trabajaban durante generaciones para construirles templos gigantescos, templos con piedras grandes como carretas. El negocio de interpretar sus caprichos ocupaba a miles de sacerdotes, obispos y arzobispos. Dudar de ellos equivalía a morir, generalmente en la pira. Los ejércitos se ponían en campaña para defenderlos de los infieles: quemaban aldeas, masacraban mujeres y niños, robaban el ganado. Pero al fin todos se marchitaron y murieron y hoy no hay nadie tan desahuciado como para prestarse a honrarlos.


¿Qué se ha hecho de Sutekh, que otrora fue el dios supremo de todo el valle del Nilo? ¿Qué se ha hecho de: Reshep, Anat, Ashtoret, Hadad, Nebo, Melek, Ahija, Isis, Pta, Baal, Astarté, Hadad, Dagón, Yau, Amón-Ra, Osiris, Moloch? Todos estos fueron antaño dioses muy eminentes. El Antiguo Testamento menciona a muchos de ellos con miedo y escalofrío. Hace cinco o seis mil años estaban a la altura del mismo Yavé. Los peores de ellos estaban mucho más empinados que Thor.

Sin embargo, todos se han ido por el sumidero, en compañía de: Arianrod, Morrigu, Govannon, Gunfled, Dagda, Ogyrvan, Dea Dia, Iuno Lucina, Saturno, Furrina, Cronos, Engurra, Belus, Ubilulu, U-dimmer-an-kia, U-sab-sib, U-Mersi, Tammuz, Venus, Beltis, Nusku, Aa, Sin, Apsu, Elali, Mami, Zaraqu, Zagaga, Nuada Argetlam, Tagd, Goibniu, Odín, Ogma, Marzin, Marte, Diana de Efeso, Robigo, Plutón, Vesta, Zer-panitu, Merodach, Elum, Marduk, Nin, Perséfone, Istar, Lagas, Nirig, Nebo, En-Mersi, Asur, Beltu, Kuski-banda, Nin-azu, Qarradu, Ueras.

Pídale al párroco que le preste un buen libro de religión comparada: los encontrará enumerados a todos. Eran dioses de alto rango, dioses de pueblos civilizados, en los que creían millones de personas que los veneraban. Todos eran omnipotentes, omniscientes e inmortales. 

Y todos están muertos.
                      -- H.L. Mencken, 1922
…………….





Henry Louis Mencken (23 de septiembre de 1880 - 29 de enero de 1956) fue un periodista, editor y crítico social, conocido como el "Sabio de Baltimore". Es considerado uno de los escritores más influyentes de los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX.  Mencken fue defensor de la libertad de conciencia y de los derechos civiles. Se opuso a la persecución, la injusticia y al puritanismo opresor. Fue autor de numerosos libros, y le movió la preocupación de acabar con el importante papel desempeñado por el fundamentalismo cristiano en los Estados Unidos. En 1931, Arkansas aprobó una moción para que se rezara por el alma de Mencken. Puede ser considerado como uno de los principales escépticos americanos del siglo xx.