Wednesday, September 3, 2014

¡Salvados! La Homeopatía se asocia con charlatanes y estafadores para combatir el Ébola.



¡Salvados!
 

Los charlatanes y estafadores ya han encontrado la manera de sacar provecho del Ébola. La fórmula es sencilla: un poco de miedo sobre la ignorancia existente, y un argumento pseudocientífico.

Empresas como "Z Natural Foods" e "IMNatural" han puesto a la venta un extracto de Garcinia Cambogia, principalmente recomendado para adelgazar, con una nueva propiedad: cura el Ébola.


Al modesto precio de $26.99, ofrecen  453 grs. de polvo de Garcinia Cabogia con el poder de combatir, entre muchas otros trastornos de salud, ¡el virus del Ébola!

Por su parte, los curanderos internéticos no se han quedado ociosos.  En NaturalNews.com, el bloguero noruego Kent Oftedal asegura  que para tratar la enfermedad, lo único que se necesita son unos pocos ingredientes que "podría salvar su vida y la de algún ser amado”.

La formula homeopática de Kent Oftedal—rescatada minutos antes de que fuera retirada de la pagina web debido a las suspicacias generadas—es simple:

Elementos:
Una mascarilla y guantes
Dos botellas (50 ml hasta 500 ml de vidrio o plástico) con tapa
Agua mineral
Una muestra/espécimen de Ébola: saliva, u otro producto de la enfermedad (como sangre) de una persona infectada con el Ébola. Cualquier cantidad por pequeña que sea (inclusive tan pequeña como una cabeza de alfiler) es suficiente.
Un líquido alcohólico, como whisky, brandy, ron, etc.
Media hora de tiempo

Procedimiento:
1.  Llene la botella con agua, dejando un espacio de alrededor del 20%.
2.  Coloque la muestra/espécimen de Ébola en el agua dentro de la botella.
3.  Tape herméticamente la botella.
4.  Sostenga la botella y golpéela 40 veces con fuerza contra una superficie sólida como un libro. 
5.  Vierta el contenido de la botella en una jarra o similar.
6.  Vuelva a llenar la botella con agua (el líquido sobre la superficie interior de la botella servirá como la siguiente muestra de Ébola).

Repita 30 veces los pasos 3 al 6.
Beba la solución.

La Dra.Vickie Menear, MD, homeópata, del Hahnemann Homeopathic College en Albany, California, ofrece su propio remedio para el Ébola: ¡“Crolatus horridus”! el veneno de la víbora de cascabel…

El Dr. Leonid Lucenko, Profesor de la Escuela de Medicina Homeopática de Venezuela, prescribe  ''Arsenicum album'' (óxido de arsénico).

El español Méndez Naya Bernardino, Médico Homeopata y Acupunturista, miembro de la Sociedad Española de Malherbología escribe: 

“Estimados colegas (…) propongo la utilización de Phosphorus - 200CH; una dosis y repetir otra a la semana de la primera a todos los habitantes de zonas endémicas, o a todos aquellos que hayan estado en contacto con enfermos o vayan a estarlo por su profesión. Como preventivo del "genius epidémicus" de la enfermedad.”


Por si esto no fuera ya suficiente, una pareja de charlatanes, Kelly Bailey (retratista), y Nate Bailey (vendedor de bienes raíces), fabricantes caseros de “aceites esenciales” (dōTERRA® Essential Oils) aseguran tener el remedio adecuado. ¿Cómo pueden estar tan seguros?  Ellos—descaradamente--lo explican asi:   

“La razón por la que los médicos no pueden hacer nada contra los virus, se debe a que los virus viven dentro de las paredes de sus células, y las partículas medicinales no pueden penetrar esas paredes. Los aceites esenciales, sin embargo, tienen partículas súper pequeñas y una estructura que les permite atravesarlas ¡sin ningún problema! Esas partículas entran, matan el virus, y les impide duplicarse, y al mismo tiempo estimulan el sistema inmunológico para que el cuerpo puede seguir luchando por sí mismo. Hemos descubierto que podemos matar a las infecciones virales en 12-48 horas, dependiendo de la rapidez de empezar a utilizar los aceites.”

Por cierto que no faltan prescripciones homeopáticas y chamánicas para curar el terrible mal, aunque ninguna haya podido surgir gloriosamente triunfante sobre el virus.  En su lugar, es la medicina moderna la que ha arriesgado voluntarios y recursos, y transpirado horas de investigación para llegar al primer éxito verificable en la lucha contra el Ébola. 

Hace dos semanas, el Dr. Kent Brantly y la misionera Nancy Writebol fueron dados de alta del Emory University Hospital en “condiciones de recuperación” bajo tratamiento con la formula experimental ZMapp.  La investigación y pruebas del ZMapp continúa, la ciencia avanza.

Escribiendo esta nota, descubro que en el proceso, un hecho colateral se ha hecho evidente:  Esa promesa de vida traída por la medicina moderna no fue creada en los laboratorios cubanos, chinos, rusos, o coreanos, sino por el laboratorio Americano de Mapp Biopharmaceutical. Y a mí, eso me dice bastante.

Sunday, August 24, 2014

La Primera Piedra



En busca de una respuesta a la tragedia en Medio Oriente

La Primera Piedra

Desde los tiempos de Buzuh Umid y sus encarnizados terroristas Hashshashines de fines del siglo XIII, el barbarismo y el terror fueron armas comunes de conquistas y guerras, aunque todavía sin los elementos esenciales del terrorismo moderno contra sociedades bajo una autoridad central y el orden político que se intenta influenciar. Hasta entonces, los conflictos religiosos o étnicos conducían mas a guerras que a campañas de terror.

Nuevas teorías políticas, y especialmente la emergencia de sentimientos nacionalistas como aserción de identidad de un pueblo—como lo fue para los judíos zelotes bajo dominación Romana—alimentaron la ideología terrorista poniendo a las poblaciones oprimidas frente al dilema de asimilación o resistencia.

El modelo de terrorismo durante ese periodo transicional pre-moderno, lo ofrece el grupo Narodnaya Volya (Voluntad del Pueblo), la organización terrorista rusa conocida por asesinar al Zar Alejandro II.  Notablemente, y a diferencia del terrorismo moderno, los atentados del Narodnaya Volya eran a veces abortados cuando podría haber victimas colaterales.


Narodnaya Volya (Voluntad del Pueblo), asesina al Zar Alejandro II

 Embebido en mi memoria adulta, el término “terrorista”—en el sentido de terrorismo moderno—estuvo siempre asociado con la figura rústica y desaliñada de Yasser Arafat, líder del Frente Popular por la Liberación de Palestina y del partido político secular Fatah, y el secuestro del avión de El Al en 1968.  Las noticias sobre su muerte  llegadas a mi entorno en 2004, le llamaban “padre del terrorismo moderno”.  Pero hoy, con memoria y razonamiento de viejo, ya no estoy tan seguro.

¿Arafat “padre del terrorismo moderno”? ¿1968?

En  1936, los dirigentes árabes en el Mandato Británico de Palestina, declararon una huelga general de protesta contra el Mandato Británico y la creciente inmigración judía a Palestina. 
 La Gran Revuelta Árabe se convirtió en resistencia armada y continuó hasta 1939, con los Británicos absteniéndose de interferir en la mayoría de los incidentes, especialmente aquellos entre palestinos y judíos.  El sentimiento Británico quedo expuesto por Wiston Churchill en su declaración que dice ¡sorprendentemente!:

“Yo no admito que el perro de la posada tenga el derecho final a poseer la posada, aunque haya vivido allí por un muy largo  tiempo... Yo no admito, por ejemplo, que un gran agravio haya sido hecho a los indios Pieles Rojas de Norte América, o a los negros de Australia…
Yo no creo que los indios Pieles Rojas tengan derecho alguno a decir, 'El Continente Americano nos pertenece y no vamos a permitir a ninguno de estos colonos europeos a asentarse aquí '. Ellos no tienen el derecho, ni tienen el poder."  --Winston S. Churchill a la Comisión Peel en Palestine, Marzo 12, 1937 ( Winston S. Churchill to the Peel Commission on Palestine, 12th March 1937) Citado por Angela Clifford en  “Serfdom or Ethnic Cleansing? –Churchill’s Evidence to the Peel Commission (1937), Athol Books, Belfast and London, 2003.

Un Conquistador español no podría haberlo dicho mejor.

Varios años antes de la Revuelta Árabe, la población judía ya había formado organizaciones clandestinas de lucha, las más notables siendo los grupos sionistas Haganá,  Irgún, y el Stern Gang, clasificadas como “organizaciones terrorista” por The New York Times, el Anglo-American Committee of Enquiry, y personalidades de influencia como Hannah Arendt, y Albert Einstein.
“Cuando una catástrofe real y final nos caiga en Palestina, el primer responsable de ello serán los británicos, y el segundo serán las organizaciones Terroristas que nosotros hemos construido en nuestras  propias filas.
Yo no tengo ningún deseo de ver a ninguna persona asociada con esa gente extraviada y criminal.” —Albert Einstein  

Haganá fue creado en 1920; el Irgún en 1931; y el Stern Gang en 1940.  Recién años más tarde,  en 1958, Arafat funda Al Fatah.  Al fundarse Haganá, el “padre del terrorismo moderno” Arafat, no había nacido todavía; al crearse el Irgún tenía 2 años. 
 Emblema del Irgún, mostrando unidos el territorio del Mandato Palestino y el Emirato de Jordania, que el Irgún reclamaba en su totalidad para el futuro Estado de Israel.

En Noviembre 1937, fecha conocida como “Domingo Negro”, varias unidades del Irgún matan 10 árabes alrededor de Jerusalén, incluyendo un convoy de trabajadores palestinos con dos mujeres.

Durante el mismo año, el Irgún arroja una serie de bombas en reuniones de palestinos desarmados en cafés, vehículos, y mercados.  La más recordada fue la bomba arrojada por el grupo Etzel en el mercado de verduras adyacente al portón de Nablus en Jerusalén, que dejó docenas de palestinos muertos y heridos.
 
La Stern Gang fue la primera organización terrorista en usar coches-bomba en Palestina. En 1947, arremetió un camión cargado de explosivos en el destacamento policial de Haifa matando 4 personas e hiriendo 140.

En Julio 1946, Haganá ataca  el Hotel Rey David,  sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina.  El atentado deja 92 muertos. 
 Hotel Rey David,  sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina

Desde entonces hasta nuestros días, la violencia entre judíos y palestinos ha sido tan continuada, tan frecuente, tan “terrorífica”,  y con tanto barullo propagandístico, que la imagen de la primera piedra se ha desdibujado con el tiempo y el ruido de las mutuas acusaciones sobre el último golpe dado.  Pero por suerte, con la abrumadora cantidad de información ocultando los hechos, también ha crecido la capacidad—para quien tenga el ánimo de hacerlo—de discernir lo real de lo aparente, y de descubrir lo oculto.  Por mi parte, detrás de la metafórica “primera piedra”, creo estar viendo la verdadera.

Sigue en el próximo post “Deir Yasin—La masacre olvidada”