Saturday, June 30, 2007

Como los autos viejos

Ya no me queda duda alguna, como los autos viejos que pasan de moda, de tanto en tanto pierdo alguna pieza y parece que esta vez le toco a la memoria. Porque estoy tratando de recordar con exactitud y certeza como conocí por primera vez a este amigo que les presentare ahora.

Inquieto, enérgico y creativo, seguramente cruzamos senderos en Latakia por una pasión común; la fotografía. Latakia, como verán con el tiempo si leen mis anécdotas, fue un paréntesis existencial que me dejo valiosas lecciones y experiencias de vida. He olvidado ya las malas, pero recuerdo con algo de nostalgia aquellas que fueron buenas; Latakia continua siendo un punto de referencia para mi y para quienes en alguna medida compartimos esos años. (En alguna otra les contare sobre una invitación a una fiesta donde el “Feto” se cayó vestido de “pollito”…)

Si mal no recuerdo nos encontramos a través de un conocido común, muy simpático y entrador, propietario de un laboratorio fotográfico a quien le gustaba pedir “un expreso triple bien apretado” que tenia que tomar con tenedor y cuchillo. Aviador aficionado el hombre, en un vuelo de fin de semana al que me invitó pero no pude concurrir, enganchó el tren de aterrizaje en unos cables de alta tensión causándole un accidente donde perdió la vida. Habíamos comenzado una buena relación con Víctor, mi recuerdo de él estará siempre asociado a su estrambóticamente concentrados expresos y los mas bellos pechos de su novia (¿Silvia?).

Ambos creativos e inquietos, no tardamos en hacernos compinches uno del otro, nos consolamos mutuamente de las frustraciones que no fueron simples, y disfrutamos de nuestras picardías que no fueron pocas. Como toda relación humana, nuestra amistad se solidifico al superar diferencias que con el tiempo se comprueban banales y totalmente sin importancia, confirmando una vez mas que lo mas importante no son “las cosas que nos pasan” sino “las cosas que nos quedan”.

Por si ustedes no lo han notado, esta es una segunda versión de “Pendulibrio”. En la primera quise estirarme para alcanzar a gente desconocida; esta es una re-encarnacion dedicada los afectos que me han hecho lo que soy.

Con la bella familia Carpio... Todavia estoy esperando que
"esa que ya sabe"
me ofrezca un recital solo para mi!


En la primera versión, mi buen amigo Ernesto Carpio se hace eco de mis reflexiones y vuelve a acompañarme como antes diciéndome:

.......................................................

Alberto...

Como tu blog no me permite ingresar mas de 300 caracteres...

lo hago aquí en relación al tema del Equilibrio entre Derechos....

"Tus conceptos altruistas, no me sorprenden. Estoy de acuerdo en los conceptos, que para mí pasan a ser líricos en un mundo, donde los chicos ya desde que nacen son absorbidos por la sociedad de consumo y van deformando hasta las más básicas normas de convivencia a cambio de una incontrolable ambición de tenerlo todo a cualquier costo.

Cómo una comunidad puede ser fuerte si existe un Hitler, un Bush que las ataca y las somete a los más terribles castigos y torturas, utilizando la ley del mas fuerte.

Con personas como vos y como yo, hay la esperanza de que algún día encontremos la forma de llegar al equilibrio tan pretendido, sin tener que ser una víctima del terrorismo de estado, los medios, la sociedad corrupta y de los políticos mafiosos. y ojo..no me refiero sólo a Argentina, sino a todo el mundo".

Bye.
Ernesto.

.................................................................

Padres orgullosos en el cumpleanos de 15 que me perdi...

Gracias Negro.
Celebro contar a Ernesto entre “los que me quedan”.

Un abrazo,
Alberto

1 comment:

Anonymous said...

Keep up the good work.