Wednesday, June 27, 2007

“Como me encontré en el nivel mas bajo de mi vida.”

Hacia ya días—mejor dicho noches—que no podía conciliar el sueño. Ya había probado todo recurso imaginable para silenciar la turbina roncadora de mi compañero de viaje: patearle la cama cada 15 minutos, ponerle un cuete debajo de la cama, tirarle agua, prender las luces… En una de esas noches infernales, decidí golpear con todas mis energías el respaldar de su cama con un zapato… pero él solo se movió unos centímetros alejándose del foco de ruido y continuo avanzando con su embravecida locomotora por quien sabe que oníricas praderas.

La situación estaba llegando a mi limite de tolerancia, la tensión de mis noches sin sueño me habían producido ampollas en mi boca, y el pelo se me puso mas blanco que nunca, brillando en la oscuridad.

Una noche, decidí abandonar la habitación del hotel, tome colchón, sábanas y una almohada y me instale en el piso del corredor cerrando la puerta detrás mío. Todavía podía escucharse la locomotora a toda marcha haciendo ecos dentro de la habitación… pero por lo menos había una pared entre los ronquidos y yo. Me sentí bajar lentamente hacia un estado de feliz inconciencia.

Nunca pude determinar cuanto tiempo pude disfrutar de ese desconocido placer de recuperar el tiempo de sueño perdido, porque el portazo me hizo dar un brinco para encontrarme con el “Feto” Scaltriti vestido con pijama “enterito” color azul merengue apoyado en el marco de la puerta y cagándose de risa de mi triste situación.

Confieso haber tenido pensamientos asesinos, pero estaba físicamente deshecho para hacerlos realidad con éxito.

A estas alturas, ya estábamos en Venice, y en ese hermoso y caluroso día teníamos planeado ver la carrera anual de regatas de góndolas. Mientras esperábamos que pasaran las góndolas frente a la posición que habíamos tomado al costado del canal, se me ocurrió sentarme en el umbral de una antigua puerta. Lo ultimo que recuerdo fue cuando mi cuerpo toco la fresca superficie de piedra. Al retomar mi conciencia algunas horas mas tarde, la regata había terminado y yo despertaba con una depresiva sensación de haber bajado al nivel mas bajo de mi vida quedando dormido en la calle.

Alberto




No comments: