Sunday, November 11, 2007

Tarde, pero infalible…

Venia balanceándose cadenciosamente hacia mi, empujada, y por momentos sostenida, por la brisa suave de este domingo con sol. Cayo a mis pies, y creí escuchar una apagada súplica pidiéndome que la levantase.

Era una hoja de arce que con sus colores me reafirmaba la llegada del otoño, un poco tarde, pero infalible y fiel al ciclo repetido de la naturaleza. La tomé con cuidado mientras recordaba una imagen similar que hace poco mas de cincuenta años quedara registrada en mi memoria.

Fue en la clase de dibujo que quedé admirado—y un poco envidioso—con esas hojas otoñales que Vallozi había pintado.

Hoy, esta hoja que terminaba su vida con una explosión de colores me invitaba a reflexionar sobre el otoño de la mía, y me traía un grato recuerdo de mis años mozos.

--"Eeeehhh!!! ¿Porque me tiras basura al auto?"—Ella me dijo medio en broma y medio en serio mientras yo trataba de meter la delicada hoja a través de la ventanilla que se iba cerrando.

--"No es basura"—le expliqué. "Me ha traído un lindo recuerdo de mi juventud, y me ha confirmado este tardío otoño. Quiero compartir esta experiencia con mis amigos."

--"Que linda que es... ¿Y vos crees que ellos se acordaran de algo que sucedió hace cincuenta años?"

--"No estoy seguro que todos lo recuerden", respondí. "Pero si estoy seguro que si alguien le transmite mis pensamientos al loquito Vallozi (a)la bruja, ¡él si lo recordará!"

Si. El otoño llegó a este pueblito del borde entre el sur y el norte americanos. Hace tiempo, un promotor de turismo en Virginia le aplicó el slogan “Virginia es para los Amantes”, y la verdad es que en esta estación, cuando el paisaje parece encenderse con los rojos y amarillos del otoño, cada crujido de las hojas acumuladas en la tierra que uno aplasta al caminar, suena unas veces como una invitación al amor, y otras como un quejido de amor.

Un abrazo,

Alberto

1 comment:

Anonymous said...

Esta Virginia !siempre al salto por un bizcocho.-