Monday, January 4, 2016

Cuanto más cambia la cosa, más se parece a lo mismo



Cuanto más cambia la cosa, más se parece a lo mismo
 (plus ça change, plus c'est la même chose)
--Jean-Baptiste Alphonse Karr

Pensando en los detractores del “Cambiemos” argentino, y sin la fineza de Alphonse Karr, yo más bien diría en buena tonada cordobesa, que “a las putas, aunque las vistan de seda, igualmente putas quedan”.
 
No me refiero al nuevo Presidente Argentino cuya calidad de gestión está todavía bien distante de ser comprobada de una u otra forma, sino a sus detractores, perdedores tóxicos sangrando sus venenos antes que tal gestión sea desarrollada.  Un buen criollo diría que es puro puterío, esa costumbre vil de chusmerío barato y esparcir rumores infundados.

Dirigido delicadamente con un "che cabeza de globo”, la “primicia” condenatoria aterrizó sin preaviso en mi FaceBook:

La “primicia” pudo ser rastreada hasta una tal Alicia Stolkiner (¡Profesora de Psicología!), quien comenzó a hacerla rodar declarando “Se suspendió el Programa "Argentina Sonríe" del Ministerio de Salud de la Nación que proveía atención odontológica gratuita en el interior del país.”   1,023 personas expresaron sus “likes”, 1,761 personas la re-distribuyeron.

A través de un amigo de otro ignoto FaceBook-ista, un tal  Leonardo Carrasco (quien se describe en FB como ex estudiante del Instituto Secundario Ricardo Palma pero sin antecedentes profesionales), la primicia aparece en mi pagina para denunciar el “mucho odio al pueblo” del nuevo mandatario.  La primicia ahora se había transformado de un simple mensaje de texto, en un cartel realzado con un titulo bombástico a la cabeza de una fotografía un año de vieja.  De esta re-publicación, 8 personas expresaron sus “likes”, 84 la re-distribuyeron.


Involucrado como estoy en los problemas de salud, intenté confirmar la veracidad de tan súbita y drástica resolución Macrista.  La Profesora de Psicología Alicia Stolkiner ya había respondido a otros preguntones visitantes de su sitio aclarando, sin especificar las fuentes, “Lo del programa es fuente primaria, lo constaté con personas directamente ligadas al mismo” que es lo mismo que no decir nada.  De no ser insultante para la psiquiatría clínica, diría que en esta respuesta hay más de imbecilidad que de claridad.

La respuesta de una tal Lilian Beatriz Picone (Trabajadora Social), cruzo la telaraña de FaceBook para explicarme que la cosa era tan simple “como lo dice el cartel”, agregando—para asegurarse mi comprensión—que “no tienen ‘color político’, simplemente es ideológico” (¡!).  Pero sobre la confirmación probatoria de la “primicia”, ni una palabra. 

Yo insistí pidiendo “información fidedigna que me lo demuestre”, y la Sra. Lilian Beatriz Picone galantemente se ofreció a “chequear la información  por mi Colegio de profesionales de trabajo Social”, pero sin perder la oportunidad de dejar caer otro testimonio improbado “a nivel personal, me ha pasado con proyectos bajados de Desarrollo Social de Nación, la última etapa de la ejecución de proyectos sociales que se pagaba el 15/12/2015 y que ya estaban asignado los pago, no lo hicieron , ni lo harán.”

Hasta este momento, 24 hrs. mas tarde de un día laboral, no ha aparecido de procedencia alguna, evidencias que la denuncia al Macrismo sea verdadera.

Por supuesto, esta inclinación a la mentira,  el infundio, y la “truchez” no es monopolio de la jauría Kirchnerista-Justicialista, porque el otro lado comparte los mismos atributos aunque dirigidos a otros blancos.  Pero este al menos puede justificar sus denuncias con evidencias de actos realizados en vez de especulaciones improbadas.

"Cuanto más cambia la cosa, más se parece a lo mismo"

No hay alternativa, una oruga convertida en mariposa sigue siendo un insecto.   

2 comments:

Cecilio Morales said...

Que no haya datos de confirmación no significa que algo no sea cierto. Por el momento, convertiste a tu blog en un repetidor más de lo que parece ser un rumor ... pero puede ser verdad.

Albert said...

Respecto a la verdad o falsedad de las cosas, es algo a veces simple, a veces difícil de determinar, pero lo que siempre el sentido de justicia reclama, es que quien pronuncie y divulgue una denuncia tiene la responsabilidad de demostrarla con evidencias, de lo contrario es una vulgar calumnia. Defender la posible veracidad de esa “primicia” porque yo no pueda demostrar su falsedad, es un sofisma “ad ignorantiam” que con el silencio de los denunciantes reafirma mi juicio.