Gracias amigos
por expresar, pública y privadamente,
sus “me gusta” por esta nueva portada de mi FaceBook, que tiene en esta
instancia un significado especial.
Como todos han
notado, la imagen reproduce una escena—en realidad, dos escenas…—de los frescos
de la Capilla Sixtina, combinadas para representar mi comprensión del universo
que habito.
La imagen
original es “La Creación del Adán” donde se muestra a Dios dando vida al primer
hombre. En mi versión, Dios ha sido
reemplazado con la imagen de la “Sibila de Cumas”, profetisa mitológica capaz
de conocer el futuro.
En la mitología
griega, Hades es la sombría y tormentosa morada de los muertos donde terminaban
todos los mortales. En el Canto VI de la
Eneida, Eneas consulta a la sibila, y esta lo ayuda a descender a los
infiernos, atravesando la Estigia hasta
alcanzar los Campos Elíseos donde
encuentra a su padre, quien le revela su futuro y le señala cuales de las
almas que por allí deambulan serán parte de su descendencia.
"Ibant obscuri sola
sub nocte per umbram
perque domos
Ditis uacuas et inania regna:
quale per incertam lunam sub luce maligna
est iter in siluis, ubi caeleum condidit umbra
Iuppiter, et rebus nox abstulit atra colorem."
Jan Brueghel El
Viejo - Eneas y la Sibil en el Submundo, 1630
(http://www.metmuseum.org/collection/the-collection-online/search/435813)
"Iban oscuros por
las sombras bajo la noche solitaria
y por las moradas
vacías de Dite y los reinos inanes:
como el camino
bajo una luz maligna que se adentra en los bosques
con una luna
incierta, cuando ocultó Júpiter el cielo
con sombra y a
las cosas robó su color la negra noche."
Cuenta la leyenda que la Sibila se presentó
ante el rey romano Tarquinio el Soberbio como una mujer muy anciana y le
ofreció nueve libros a un precio extremadamente alto. Cuando Tarquino se negó
pensando en conseguirlos más baratos, la sibila destruyó tres de los libros y
le ofreció los seis restantes al mismo precio que al principio; Tarquinio volvió
a negarse, y ella destruyó otros tres. Ante el temor de que desaparecieran
todos, el rey aceptó comprar los tres últimos pero pagó por ellos el precio que
la sibila había pedido por los nueve.
Estos tres libros
llamados Libros Sibilinos, mantenidos en el templo de Júpiter, eran consultados por los romanos del siglo II
a.C. En situaciones de crisis los libros eran consultados para ver si había una
profecía que pudiera aplicarse a la situación del momento. En 83 a.C. el fuego destruyó los originales y
debió armarse una nueva colección que no pudo llegar hasta nuestros días porque
en el año 405 el general romano Estilicón, ordenó su destrucción.
En mi libre
interpretación, el libro, como repositorio de conocimientos mas que como
narración de lo absurdo, es el símbolo de progreso humano en este mundo
natural, que no debe despreciarse en beneficio de una felicidad ilusoria en
otro mundo que no existe.
En esta imagen
combinada, yo he encontrado una metáfora visual de quienes declarándose
“Abiertamente Seculares”, celebraron por primera vez el pasado Abril 23, el Día
de Ser Abiertamente Secular.
Dado que la
histórica discriminación contra la gente secular es incontrolada—y tal vez
incontrolable—La Coalición Abiertamente Secular (Openly Secular), se ha
impuesto la misión de eliminar la discriminación y aumentar la aceptación
exhortando a las personas seculares—incluyendo humanistas, librepensadores, agnósticos, ateos, y
personas no religiosas—a que sean abiertas sobre sus creencias.
Por este tipo de
discriminación hay adolescentes sin hogar por haber sido echados de sus casas;
hay jóvenes activistas amenazados de muerte; y hay personas que han perdido amigos (de lo que
puedo atestiguar personalmente), familia, y compañeros de trabajo
solamente por no mantener las mismas creencias.
Como la Coalición
Abiertamente Secular, yo creo que todas las personas deben gozar de la libertad
de vivir abiertamente su verdad. “Si no podemos expresar lo que somos, por
cualquier motivo, no podemos vivir plenamente una vida auténtica."
Lamentablemente, esta es una experiencia común para muchas personas que
ocultan, y en algunos casos tienen que
mentir acerca de sus creencias seculares.
Optar por no afiliarse a una institución o creencia religiosa, es cada
vez más normal, pero expresar duda o incredulidad de la existencia de dios,
dioses, o fenómenos sobrenaturales sigue siendo un tabú, e inaceptable para la
mayoría de las personas. Para quien se
reconoce como secular, o laico, el silencio los hace cómplices y mantiene el
statu quo.
En el mismo
sentido del humanismo secular, creo en una realidad humana con una ética
propia, junto con la interpretación racional de los fenómenos naturales; creo
en el método científico descartando las explicaciones sobrenaturales sobre el origen
del universo y de la humanidad; creo en la aplicación de la ciencia y la
tecnología para mejorar la condición humana; y me adhiero a Mario Bunge en
ver en el humanismo secular una
preocupación genuina por la totalidad de la humanidad.
Algunos de mis
escritos pintan el mundo que imagino, uno donde se pueda ser laico, o
agnóstico, sin tener que pagar el precio emocional de perder el aprecio de
amigos o familiares; donde las comunidades puedan mantenerse integras y sin
quebrantos cuando uno de sus miembros se aleje de la religión u otras creencias
súper naturales.
>>”It was, of course, a lie what you read about my
religious convictions, a lie which is being systematically repeated. I do not
believe in a personal God and I have never denied this but have expressed it
clearly. If something is in me which can be called religious then it is the
unbounded admiration for the structure of the world so far as our science can
reveal it.”<<
-- Albert Einstein, 1954, from Albert Einstein: The Human
Side, edited by Helen Dukas and Banesh Hoffman, Princeton University Press
>>”Fue, por
supuesto, una mentira lo que leíste sobre mis convicciones religiosas, una
mentira que está siendo repetida sistemáticamente. Yo no creo en un Dios
personal y nunca lo he negado sino que lo he expresado claramente. Si hay algo en mí que podría llamarse
religioso, entonces es mi ilimitada admiración por la estructura del mundo como
hasta ahora nuestra ciencia la puede revelar.”<<
-- Albert Einstein, 1954, en Albert Einstein: The Human Side
(Albertt Einstein: El Lado Humano, editado po Helen Dukas y Banesh Hoffman,
Princeton University Press.
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