Cuanto más cambia
la cosa, más se parece a lo mismo
(plus ça change, plus c'est la même
chose)
--Jean-Baptiste
Alphonse Karr
Pensando en los
detractores del “Cambiemos” argentino, y sin la fineza de Alphonse Karr, yo más
bien diría en buena tonada cordobesa, que “a las putas, aunque las vistan de
seda, igualmente putas quedan”.
No me refiero al
nuevo Presidente Argentino cuya calidad de gestión está todavía bien distante
de ser comprobada de una u otra forma, sino a sus detractores, perdedores
tóxicos sangrando sus venenos antes que tal gestión sea desarrollada. Un buen criollo diría que es puro puterío, esa
costumbre vil de chusmerío barato y esparcir rumores infundados.
Dirigido
delicadamente con un "che cabeza de globo”, la “primicia” condenatoria
aterrizó sin preaviso en mi FaceBook:
La “primicia”
pudo ser rastreada hasta una tal Alicia Stolkiner (¡Profesora de Psicología!),
quien comenzó a hacerla rodar declarando “Se suspendió el Programa
"Argentina Sonríe" del Ministerio de Salud de la Nación que proveía
atención odontológica gratuita en el interior del país.” 1,023 personas expresaron sus “likes”, 1,761
personas la re-distribuyeron.
A través de un
amigo de otro ignoto FaceBook-ista, un tal
Leonardo Carrasco (quien se describe en FB como ex estudiante del
Instituto Secundario Ricardo Palma pero sin antecedentes profesionales), la
primicia aparece en mi pagina para denunciar el “mucho odio al pueblo” del
nuevo mandatario. La primicia ahora se
había transformado de un simple mensaje de texto, en un cartel realzado con un
titulo bombástico a la cabeza de una fotografía un año de vieja. De esta re-publicación, 8 personas expresaron
sus “likes”, 84 la re-distribuyeron.
Involucrado como
estoy en los problemas de salud, intenté confirmar la veracidad de tan súbita y
drástica resolución Macrista. La
Profesora de Psicología Alicia Stolkiner ya había respondido a otros
preguntones visitantes de su sitio aclarando, sin especificar las fuentes, “Lo
del programa es fuente primaria, lo constaté con personas directamente ligadas
al mismo” que es lo mismo que no decir nada.
De no ser insultante para la psiquiatría clínica, diría que en esta
respuesta hay más de imbecilidad que de claridad.
La respuesta de
una tal Lilian Beatriz Picone (Trabajadora Social), cruzo la telaraña de
FaceBook para explicarme que la cosa era tan simple “como lo dice el cartel”,
agregando—para asegurarse mi comprensión—que “no tienen ‘color político’,
simplemente es ideológico” (¡!). Pero
sobre la confirmación probatoria de la “primicia”, ni una palabra.
Yo insistí
pidiendo “información fidedigna que me lo demuestre”, y la Sra. Lilian Beatriz
Picone galantemente se
ofreció a “chequear la información por
mi Colegio de profesionales de trabajo Social”, pero sin perder la oportunidad
de dejar caer otro testimonio improbado “a nivel personal, me ha pasado con
proyectos bajados de Desarrollo Social de Nación, la última etapa de la
ejecución de proyectos sociales que se pagaba el 15/12/2015 y que ya estaban
asignado los pago, no lo hicieron , ni lo harán.”
Hasta este
momento, 24 hrs. mas tarde de un día laboral, no ha aparecido de procedencia
alguna, evidencias que la denuncia al Macrismo sea verdadera.
Por supuesto,
esta inclinación a la mentira, el
infundio, y la “truchez” no es monopolio de la jauría
Kirchnerista-Justicialista, porque el otro lado comparte los mismos atributos
aunque dirigidos a otros blancos. Pero
este al menos puede justificar sus denuncias con evidencias de actos realizados
en vez de especulaciones improbadas.
"Cuanto más
cambia la cosa, más se parece a lo mismo"
No hay
alternativa, una oruga convertida en mariposa sigue siendo un insecto.
2 comments:
Que no haya datos de confirmación no significa que algo no sea cierto. Por el momento, convertiste a tu blog en un repetidor más de lo que parece ser un rumor ... pero puede ser verdad.
Respecto a la verdad o falsedad de las cosas, es algo a veces simple, a veces difícil de determinar, pero lo que siempre el sentido de justicia reclama, es que quien pronuncie y divulgue una denuncia tiene la responsabilidad de demostrarla con evidencias, de lo contrario es una vulgar calumnia. Defender la posible veracidad de esa “primicia” porque yo no pueda demostrar su falsedad, es un sofisma “ad ignorantiam” que con el silencio de los denunciantes reafirma mi juicio.
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