Te habrá pasado
alguna vez a ti, o sabrás de al quien, después de comprar un auto nuevo ha
comenzado a ver circulando más coches de la misma marca o color. Y si tu pareja ya muestra evidencias de su
embarazo, podrías notar más mujeres embarazadas por donde vayas. Uno podría pensar que de repente han
aparecido más coches de esa marca y que hay más mujeres embarazadas, aunque
probablemente haya los mismos de siempre.
Este fenómeno es llamado “ilusión de frecuencia” (también conocido como
el “Efecto Baader-Meinhof”), y es nada más que eso: una ilusión que puede
llevarnos a creer algo falso.
El término
“ilusión de frecuencia” fue acuñado por Arnold Zwicky, profesor de lingüística
en Stanford, para describir el síndrome en el cual un concepto o cosa que acaba de adoptarse, comience a aparecer
repentinamente por todas partes. Este
fenómeno, dice Arnold Zwicky, es causado por dos procesos psicológicos: Primero, la
atención selectiva que surge cuando uno es impactado por una nueva
palabra, cosa, o idea. Seguido por el segundo proceso, el “sesgo de
confirmación”, que con cada encuentro con la palabra, cosa, o idea nueva parece
corroborarse la presunta sensatez de la palabra, cosa, o idea adoptada.
La “ilusión de
frecuencia” es una experiencia pasiva, en la que nuestro cerebro busca
información relacionada con nuestras vivencias, haciéndonos creer que hay un incremento real en la frecuencia de esas
ocurrencias. Cuando la “ilusión de frecuencia” pasa de ser un fenómeno pasivo a
una búsqueda activa, se comienza a experimentar el “sesgo de confirmación”.
"Existen dos
formas de ser engañado. Una es creer lo que no es verdad; la otra es negarse a
creer lo que es verdad"
--Søren Kierkegaard
¿Suena
familiar? Ponte a prueba.
Imagina que
alguien te presenta cuatro cartas, cada una con un numero impreso en un lado y
una letra en el otro, diciéndote que “si una carta tiene una vocal en un lado,
entonces tiene un número impar impreso en el otro lado.”
¿Qué cartas
darías vuelta tu para comprobar esa aserción?
(la respuesta al pie de la nota ¡…pero intenta resolverlo tu antes!
El “Sesgo de
Confirmación” es otro error común de una mentalidad perezosa.
Sostenida por el
juego de creencias existentes, la mente tiende a rechazar toda información que
la contradiga, y a aceptar toda aquella que diga lo que ya estamos
predispuestos a escuchar.
Nos satisface
estar con personas que están de acuerdo con nosotros. Por eso sólo visitamos
sitios Web que reflejan nuestras
opiniones políticas y reenviamos pensamientos e ideas afines a las propias. Nos
rodeamos de personas que mantienen puntos de vista y gustos similares, y
tendemos a alejarnos de individuos, grupos, o fuentes noticiosas que nos hacen
sentir incómodos o inseguros acerca de nuestros puntos de vista.
El “Sesgo de
Confirmación” es la tendencia a dar un mayor valor a las ideas u opiniones que
confirman nuestras propias ideas y opiniones. En muchos casos el Sesgo de
Confirmación lleva a ignorar completamente las ideas contrarias a las propias;
es un filtro mental que deja ver solamente una realidad consistente con
nuestras expectativas.
Poseído por una
ilusión —o alguna nueva idea—, en lugar de buscar maneras de demostrar que
nuestras ideas son erróneas, normalmente intentamos probar que son correctas.
Son muy pocos los que buscan la respuesta intentando falsar su idea.
Francis Bacon lo
resumió bien al observar que “El
entendimiento humano, una vez que ha adoptado una opinión […] dibuja todo lo
demás para apoyar y mostrar conformidad con ella. Y pese a haber un gran número
de ejemplos, y de peso, que muestran lo contrario, los ignora o desprecia,
prescinde de ellos o los rechaza. --Francis Bacon (Novum Organon, XLVI. 1620)
Para complicar
más aun las cosas, no sólo buscamos pruebas de manera preferencial para validar
nuestros prejuicios, sino que también interpretamos pruebas ambiguas a
favor de ellos. Por ejemplo, creemos y confiamos en un partido
político, y le otorgamos todo el crédito cuando consigue buenos resultados;
pero cuando fracasa, le echamos la culpa a las circunstancias, o al otro
partido, mientras cualquiera de los modos refuerce nuestras ideas iniciales.
¿Cuál es el
mecanismo del “Sesgo de Confirmación”?
Las personas ya tienen ideas preconcebidas. Para confirmarlas y auto
convencerse, tienden a reunir evidencia y recordar información de manera selectiva,
e interpretarla en su conjunto de manera tendenciosa. Estos sesgos aparecen
particularmente en cuestiones emocionales importantes y en creencias políticas
y religiosas establecidas.
El “Sesgo de
Confirmación” tiene muchas consecuencias desafortunadas en el mundo real. Si un
profesor inicialmente cree que un estudiante es más inteligente que los demás
(¡o mas lerdo!), el profesor podría selectivamente centrarse en pruebas que
tienden a confirmar su hipótesis. Si un empleador se forma una rápida primera
impresión en la entrevista inicial a un candidato, se pasara el resto de la
entrevista buscando información que apoye su impresión. Si los abogados de un
caso de mala praxis son preavisados de que el paciente es combativo, tienden a
encontrar agresividad en cada uno de sus gestos, incluso en los mas gentiles
que el promedio.
Para un
consumidor común, como tú o yo, la confrontación es permanente y debemos
mantenernos vigilantes contra la
tendencia de interpretar evidencias ambiguas como confirmatorias de nuestras
creencias.
En un mundo de
incertidumbres, la gente quiere NO equivocarse, porque eso nos ayuda a
encontrarle sentido a las cosas. Considera este ejemplo:
Escuché decir a
uno de mis mejores amigos, que él y todas sus relaciones están usando Facebook,
y que sus usuarios están creciendo exponencialmente. Entonces ingreso a la
Internet y pongo todo mi capital en acciones de Facebook. Un par de días más tarde Facebook anuncia la
adquisición de What’sApp por U$A 19 billones, y me cruzo con dos artículos en
diferentes publicaciones bajo los siguientes títulos:
1) “Facebook adquiere What’sApp para
expandir su misión de conectar al Mundo”
2) “Facebook adquiere What’sApp:
Inversionistas inseguros frente al elevado precio”
¿Cuál de los dos
títulos crees que yo favorecería?
Para un
científico, el “Sesgo de Confirmación” presenta un gran desafío. En las
ciencias, para que un resultado pueda pasar a engrosar la literatura
científica, tiene que ser repetible; tiene que ser revisado y evaluado por
colegas miembros idóneos de la comunidad científica; y tiene que ser juzgado
por expertos imparciales. Las
conclusiones defectuosas raramente sobreviven el escrutinio científico. La
falsación, propuesta por Karl Popper, consiste en poner a prueba la hipótesis
buscando hechos que demuestren que es falsa.
Mientras no se encuentren, la hipótesis se considera, provisionalmente,
verdadera. En el momento en que se
descubre un solo caso que se opone a la hipótesis, esta queda falsada y, por
tanto, es rechazada.
En el mundo religioso,
el “Sesgo de Confirmación” (igual que otras falacias lógicas) es tratado de
manera diferente. Es raro e inusual que
la gente religiosa lea literatura de autores con ideas contrarias, y de hecho
que en ocasiones se intente prohibir tales lecturas. El religioso tiende a rodearse de gente con
la misma predisposición ideológica; elije parejas que mantienen puntos de vista
similares, se opone firmemente al librepensamiento, y sobre todo, al humanismo
secular en cualquiera de sus expresiones.
Nadie, dentro de una denominación religiosa se atreve a apuntar un error de otro de la
misma fe; nadie señala los errores lógicos de su pensamiento; nadie critica la
ausencia de evidencias en sus conclusiones.
En realidad, dada mi inclinación a teorizar que toda estructura de fe
religiosa está fundada sobre el “Sesgo de Confirmación”, me inclino también a
pensar en la futilidad de exponer lo que ya es obvio para muchos.
“Un hombre bajo una convicción es difícil de
cambiar. Dígale que usted difiere de él y le dará la espalda. Muéstrele los
hechos o evidencias y él cuestionará sus fuentes. Apele entonces a la lógica y
él no verá su punto.” -- León Festinger
Quizás el mejor
ejemplo de “Sesgo de Confirmación”, y
como evitarlo, nos llegue por vía de Warren Buffett, uno de los más exitosos
inversionistas de la historia. ¿Cómo logra Warren Buffett escapar la trampa del
“Sesgo de Confirmación”?
Warren Buffet reconoce que una gran parte de
su éxito es su habilidad para tomar decisiones de inversión sin ser influenciado
por esos factores emocionales y sesgos subconscientes (prejuicios) que
gobiernan la mayoría de los comportamientos humanos.
El "Sesgo de
Confirmación" explica en parte por qué es casi imposible presentar
suficientes pruebas objetivas para convencer un comunista o un capitalista que
sus teorías tienen desperfectos serios; o para persuadir alguien que está en
favor o en contra del control de armas de fuego, que el argumento contrario
puede tener algún merito.
Para los
inversionistas, el "Sesgo de Confirmación" es particularmente
peligroso, porque una vez que un inversionista comienza a gustarle una compañía, por ejemplo, él puede descartar
información negativa por considerarla irrelevante o inexacta.
Buffett admite
que hasta sus decisiones podrían ser afectadas por este virus del cerebro – un
importante primer paso – y luego escuchar atentamente opiniones que contradicen las suyas. En una
reciente reunión anual de Berkshire Hathaway
en Omaha, Buffett invitó a Doug Kass, uno de sus detractores. Kass es un
crítico de Buffett y de su estilo inversor.
Esta estrategia
confrontacional a sus propias ideas no es nueva para Buffett. Hace casi 15 años
atrás, el escribió en Fortune:
“ Charles Darwin
solía decir que cada vez que él encontraba algo que contradecía alguna
conclusión que él tenia en gran estima, se obligaba a poner por escrito el
nuevo descubrimiento en un plazo de 30 minutos. De otra manera su mente se
pondría a trabajar para desechar la información discordante, así como lo haría
su cuerpo rechazando cualquier trasplante.
La inclinación natural del hombre es aferrarse a sus creencias, en
particular si son reforzadas por una experiencia reciente – un defecto en nuestra estructura (...)”
“Hay aquí una
lección para todo nosotros – para evitar hacer malas decisiones en inversiones,
candidatos políticos, y muchos otros temas, debemos hacer dos cosas:
1) Darse cuenta del peligro del sesgo de
confirmación, y admitir que nuestro juicio puede ser oscurecido por eso.
2) Salir agresivamente a buscar--y comprender—toda
información que está en desacuerdo con nuestra creencia existente.
El segundo paso
puede implicar hablar con personas que no comparten nuestra opinión, y escuchar
su razonamiento en vez de discutir sobre nuestro propio punto.
Independientemente, es importante evaluar la información tan racionalmente como
fuera posible y evitar el impulso de explicar por qué está mal.”
Todavía podemos
retener nuestra opinión inicial, pero sabremos que estamos haciendo esa
decisión basada en hechos y análisis, no pensando bajo la influencia del “Sesgo
de Confirmacion”.
…
CARTAS-Respuesta
Respuesta.
La mayor parte de
las personas correctamente da vuelta la U , y luego, incorrectamente, la 7. Este patrón ilustra el sesgo de
confirmación: las personas tienden a buscar información que apoye su punto de vista y a despreciar la
información que no lo hace. Un número impar al otro lado de U confirma la
declaración, mientras que un número par la refuta. Pero el 7 no provee nueva información – una vocal
en el otro lado confirmaría la aseveración, pero una consonante no revelaría
nada, ya que las consonantes pueden tener números pares o impares en el otro
lado. La elección correcta es lo 8 porque podría revelar algo: si hay un vocal
del otro lado, la declaración es falsa.
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