La
"amistad" es algo que sin duda todos nosotros acordaríamos en
apreciar y decir que comprendemos completamente, pero, ¿la comprendemos
realmente? ¿Sabemos con certeza quiénes son nuestros "amigos"? ¿Lo que
significan en nuestra vida? ¿Son mejores los de antes que los de ahora? ¿Son
mas amigos aquellos a quienes conocemos más y
mejor que los que conocemos parcialmente? Estas parecen ser preguntas superficialmente
irrelevantes, pero es que con el advenimiento de los Facebooks, Twitters,
Nings, LinkedIn, Xings, etc., y el súbito realce de las personas que declaran
tener docenas, cientos o miles de amigos en sus páginas, creo que no es del
todo irrelevante detenerse a pensarlo un poco.
Sino por otra razón, para no reducir la importancia que los verdaderos
amigos tienen en nuestra vida.
Tradicionalmente,
"amistad" es definida como un “afecto personal, puro y desinteresado,
compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.
No se sabe
a ciencia cierta de donde proviene el concepto de "amistad". Unos sostienen que proviene de los vocablos
griegos "a" (sin) y "ego" (yo), para significar “sin mi yo”;
otros proponen que proviene del latín "amicus" (amigo), que a
su vez deriva del verbo "amare" (amar) de la raíz indoeuropea
"amma", el llamado infantil por la atención maternal.
Aristóteles
encontró tres tipos de amistad: Amistad de Utilidad, de Placer y de
Virtud. Naturalmente, nuestra celebración
es a la Amistad de Virtud que Aristóteles define como aquella "relación
entre personas que consiste en desearse el bien y ser afectuosos el uno con el
otro".
O en las
palabras de Anais Nin, "Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros,
un mundo que tal vez no habría nacido si no lo hubiéramos conocido".
Para C. S.
Lewis, "la amistad es innecesaria, como la filosofía, como el arte ... No
tiene ningún valor para la supervivencia, sino que es una de esas cosas que dan
valor a la supervivencia."
Pero
Nietzsche da a la amistad otro significado.
Mientras nosotros celebramos el concepto tradicional del amigo como
alguien "que siempre quiere lo mejor para nosotros", él lo considera
demasiado superficial e interesado.
Amigo no es
alguien que nos acepta como somos o nos "tiende una mano" dice
Nietzsche, porque ello promueve nuestra vagancia, debilidades y
decadencia. Desear lo mejor para otro
significa también oponerse a él, desafiarlo, contra-argumentarlo, luchar contra
sus planes... para así fortalecerlo. Un
verdadero amigo para Nietzsche es quien deseándote "lo mejor" te
desea "lo peor": luchas, conflictos, obstáculos, miedos "y
muchos enemigos".
Uno puede
estar en acuerdo o en desacuerdo con Nietzsche, sin embargo, él provee una teoría
de la amistad bastante persuasiva, especialmente cuando el concepto de amistad
ha sido rebajado a una lista artificial de nombres alojada en el espacio de la
Internet.
Mucho antes
de Internet, en "Amistad de Estrellas", el controversial filosofo escribió:
"Éramos
amigos y nos hemos vuelto extraños. Pero está bien que sea así, y no queremos
ocultarnos ni ofuscarnos como si tuviésemos que avergonzarnos de ello. Somos
dos barcos y cada uno tiene su meta y su rumbo; bien podemos cruzarnos y
celebrar juntos una fiesta, como lo hemos hecho--y los valerosos barcos estaban
fondeados luego tan tranquilos en un puerto y bajo un sol, que parecía como si
hubiesen arribado ya a la meta y hubiesen tenido una meta. Pero la fuerza
todopoderosa de nuestras tareas nos separó e impulsó luego hacia diferentes
mares y regiones del sol, y tal vez nunca más nos veremos, o tal vez nos
volveremos a ver, pero no nos reconoceremos de nuevo: ¡los diferentes mares y
soles nos habrán transformado! Que tengamos que ser extraños uno para el otro,
es la ley que está sobre nosotros: ¡por eso mismo hemos de volvernos más dignos
de estimación uno al otro! ¡Por eso mismo ha de volverse más sagrado el
recuerdo de nuestra anterior amistad! Probablemente existe una enorme e
invisible curva y órbita de estrellas, en la que pueden estar contenidos como
pequeños tramos nuestros caminos y metas tan diferentes -¡elevémonos hacia este
pensamiento! Pero nuestra vida es demasiado corta y demasiado escaso el poder
de nuestra visión, como para que pudiéramos ser algo más que amigos, en el
sentido de aquella sublime posibilidad.
Y así es
como queremos creer en nuestra amistad de estrellas, aun cuando tuviéramos que
ser enemigos en la tierra."
¿No es para pensarlo?
Saludos,
Alberto
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